Después del paraíso isleño de San Andrés y Providencia volamos a Medellín y de ahí a Bogotá, donde pasamos tres días viendo la ciudad y asimilando el final de nuestro viaje.
El domingo llegamos por la tarde, y como cualquier domingo en cualquier ciudad sudamericana, las calles estaban desiertas y casi todos los comercios cerrados, lo que aporta cierta inseguridad para ir paseando por ahí incluso a las 7 de la tarde. Así que hicimos poco más que instalarnos en el hostel y comer algo.
El día siguiente era festivo, así que un poco más de lo mismo. Al menos durante el día había mucha gente paseando por las calles del centro, y eso hicimos. Fuimos a la plaza Bolívar y a comer otro plato típico que nos quedaba por probar, ajiaco santafereño, un guiso con pollo, maíz, crema de leche, alcaparras y diferentes tipos de patatas.
Después de comer y tomarnos un café de Juan Valdez, fuimos a casa de nuestro último couch, Gabriel, un chico muy majo de 36 años que tiene una fundación. Por la noche fuimos con él al cierre del festival anual gratuito Rock al Parque, que se celebra en el Parque Bolívar. Increíble la cantidad de gente que había.
Al día siguiente volvimos al centro y visitamos el Museo del Oro, subimos al Cerro Montserrate, desde donde se tiene una panorámica impresionante de la ciudad y comimos por el barrio de la Macarena, cerca del cerro. Por la tarde fuimos a la zona T (la zona pija) y allí quedamos con Álvaro, un amigo de nuestra amiga Laura B, un colombiano majísimo con el que sentimos los últimos momentos de la hospitalidad colombiana. Nada mejor para llevarnos un buen sabor de boca de este país con una gente tan encantadora.
Hoy por la mañana hemos vuelto al centro aprovechando las últimas horas para visitar el museo de Botero, que ayer estaba cerrado, y que también tiene cuadros de Picasso, Miró y Renoir, entre otros. Y la verdad es que ha merecido la pena exprimir al máximo los últimos momentos.
Hoy es nuestro último día. Hoy se cumplen 6 meses y 10 días desde que emprendimos esta aventura que llega a su fin. Y éste ha sido nuestro último recorrido, en los dos últimos meses:
Esta es la entrada que más nos ha costado escribir. No se puede expresar con palabras lo que este viaje ha sido para nosotros. Las fotos tampoco hacen justicia a la belleza de los sitios que hemos visitado ni los relatos a las experiencias vividas y los amigos que nos llevamos en el corazón. Hoy ponemos fin a una etapa corta pero intensa en nuestras vidas, algo inolvidable que nos ha encantado compartir con todos vosotros desde la distancia. Pero no estamos tristes, porque sabemos que siempre nos acompañará este sueño en forma de recuerdos y además ¡¡tenemos ganas de veros!!